Psicología y Educación: Adolescencia por Psicólogo Cristián Flores Escalona
Psicología y Educación: Adolescencia.
Por Psicólogo Cristián Flores Escalona
18 de octubre de 2019
La Organización Mundial de la Salud define la adolescencia como el
período comprendido entre 10 y 19 años, es una etapa compleja de la vida que
marca la transición de la infancia al estado adulto. En esta fase se producen
cambios físicos, psicológicos, biológicos, intelectuales y sociales. Se
clasifica en primera adolescencia, precoz o temprana de 10 a 14 años y la
segunda o tardía que comprende entre 15 y 19 años de edad. (OPS, 1990).
También se puede señalar que la
adolescencia es una época del desarrollo humano caracterizada por otros elementos,
entre ellos, como el momento propicio para que el joven despierte a la vida
social, esboce su futuro vocacional y/o profesional, reafirme su carácter,
forme su pensamiento individual, nutra su ámbito emocional y la dimensión
imaginativa, se observa cierta inestabilidad del humor, a ratos una afectividad
ambivalente, es decir, una manifestación de amor y odio, egoísmo y generosidad,
esperanza y desesperación. Todo lo anterior acompañado de significativos cambios
a nivel orgánico que hacen que su apariencia se transforme considerable y visiblemente.
(Borrás, 2014)
En este sentido, el
comportamiento de los adolescentes ha sido objeto de estudio de diversos
investigadores, logrando con ello, escribir un interesante panorama de la
etapa. En la adolescencia cada sujeto requiere construir o fortalecer su mundo
emocional, social e intelectual; asimismo definen o descubren su identidad y
determinan los pasos siguientes más cercanos. Por otra parte, los padres y/o
los adultos referentes (figuras de apego) serán factores claves para transmitir
estabilidad y equilibrio. Ellos son los primeros contenedores de sus hijos
adolescentes. Es por eso que se puede afirmar que las experiencias que deben
sortear los adolescentes habitualmente será incorporadas como aprendizaje, las
que puede contribuir en forma positiva o negativa al crecimiento y desarrollo
del mismo.
Desde la perspectiva de la
disciplina o comportamiento del adolescente; Busó (2015) señala que toda educación
positiva está ligada con la libertad y el ejercicio de esta libertad. También
ha de lograr que el adolescente haga libremente lo que debe hacer. Ello no es
más que ayudarle a tomar conciencia de sus posibilidades y limitaciones,
proporcionarle los medios para que sepa y pueda hacer buen uso de su libertad.
Si a caminar se aprende caminando, a ser libre se aprende, siendo libre. En
esto radica la labor de los padres y profesores que acompañan a los jóvenes en
su desarrollo. Es una co-responsabilidad tácita. Aquí está el desafío.
Fuentes bibliográficas
Borrás, T.
(2014). Adolescencia: definición, vulnerabilidad y oportunidad. Correo
Científico Médico, 18(1), 05-07.
Busó, C.
(2015). Manual de psicología clínica infantil y del adolescente. Vol I:
trastornos generales. Vol II: trastornos específicos. INFORMACIÓN PSICOLÓGICA, (80), 87.
Organización
Panamericana de la Salud. (1990). Las condiciones de salud de las Américas. Washington.
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